"LAST CALL": Cuando la llamada es directa al corazón.
Hay discos que no te golpean, sino que te abrazan. Que no buscan impresionar con fuegos artificiales, sino susurrarte al oído. Last Call de Magik es uno de esos discos. Un trabajo que no necesita disfraz ni artificio para demostrar que el rock de alma clásica sigue vivo —y que, a veces, se es más moderno precisamente por sonar atemporal.
El regreso de la emoción
Lo reconozco: puse el disco con curiosidad. Sabía que Manolo Arias estaba detrás —y eso ya impone—, pero no esperaba salir de ahí tan tocado. Conozco la trayectoria de Manolo y es uno de mis "guitar heros" nacionales, desde tiempos de Niagara o Bella Bestia. Porque Last Call no solo suena bien. Te hace sentir bien. Y eso no es tan fácil de conseguir en tiempos de producciones perfectas y emociones planchadas.
Desde que suena “Set Me Free”, sabes que estás entrando en un terreno que conoces, familiar, quizá poco explorado en estos tiempos, pero que para nada está gastado. Riffs que podría haber firmado el mejor Gary Moore y una voz —la de Giles Keith Ramírez— que cuenta historias.
Porque este disco no va de demostrar, va de comunicar.
Dos trayectorias que se cruzan con alma
Hablar de Manolo Arias es hablar de uno de los nombres esenciales del rock español. Ha sido guitarrista, productor, compositor… pero sobre todo, artesano del sonido. Un tipo que ha sabido moverse entre el virtuosismo y la honestidad, sin necesidad de protagonismo, pero dejando siempre una huella reconocible: la emoción al servicio de la canción.
Y enfrente, o mejor dicho, codo a codo, aparece Giles Keith Ramírez, cantante británico afincado en Gibraltar, con una voz que no busca ser perfecta, sino verdadera. Trae aquí su experiencia, carisma y ese deje soul que convierte una melodía en una confesión. No es casualidad que su timbre recuerde por momentos a grandes voces del hard rock: hay algo muy clásico en él, pero también muy suyo.
Lo bonito es que aquí hay una conversación entre iguales.
Rock maduro, sin miedo a la melodía
Es curioso cómo hay discos que te hacen mirar hacia adentro. Con “Time and Time Again” me descubrí con la mirada perdida, pensando en mis primeras escuchas de rock, en las cintas grabadas. Ese medio tiempo, con aire a Zeppelin, con guitarras que respiran.
Y luego está “Maybe Tomorrow”, una balada que no empalaga, que no mendiga emoción, sino que la deja fluir. Aquí es donde uno recuerda por qué la música importa: porque hay días en los que solo una canción puede decir lo que tú no sabes poner en palabras.
Manolo Arias, artesano del detalle
Manolo no necesita demostrar nada, pero en este disco vuelve a dar fe de quien es. Está en todas partes sin hacerse notar. Su guitarra no grita, conversa. Su producción es cristalina pero cálida. Y lo mejor es que no se pone por delante: deja espacio, respeta las canciones, deja que respiren.
Hasta se permite invitar a Billy Sheehan en “Running Out of Time”, que suena como si un clásico perdido de Mr. Big se hubiera grabado en Madrid.
Un disco que no pide perdón por sentir
En estos tiempos de vértigo y postureo, Last Call es casi un acto de rebeldía. Es un disco que se toma su tiempo, que no te grita para llamar tu atención, pero que, si le das una oportunidad, se queda contigo. Y quizá es el único pero que le pongo al trabajo. La duración. Catorce temas de medía cinco minutos. A la vez hacen que se aleje del consumismo rápido de estos tiempos. En definitiva es un disco "largo" que has de paladear, disfrutar. Debes dejar que te envuelva.
Lo mejor es que no busca modernidades impostadas. Y sin embargo, suena más actual que muchos discos que presumen de vanguardia. Porque lo actual no siempre es lo nuevo. A veces es lo verdadero.
🧭 En resumen
No es un disco para poner de fondo. Es un disco para escuchar.
Y si te pilla con el alma abierta, probablemente acabes como yo: buscando una copia física, deseando verlo en directo, y agradeciendo que aún haya músicos que tocan como si el rock importara.
No lo conocía, un gran descubrimiento, gracias a ti, Elros 😊 Silvia @suspirosalarte
ResponderEliminarMuchísimas gracias por venir y comentar Silvia. Creo que es un disco con un gusto exquisito por los detalles, como solo Manolo Arias podría hacer. Me alegro tanto de que te haya gustado ... ya sabes lo que dicen de las personas que te descubren música.
Eliminar