IGNIS ANIMA: RESILENCIA COMO ORO EN LAS CICATRICES



IGNIS ÁNIMA: Resilencia como oro en las cicatrices

A nadie se le escapa que Ignis Ánima es uno de mis grupos de cabecera. Son familia elegida, y así se lo he hecho saber incluso hace muy pocos días. Los he visto crecer desde aquel Albores de Guerra en 2014, y hemos compartido muchos momentos —buenos y no tan buenos—. Especialmente con Izzy, su cantante, un tipo en el que me reconozco en mi juventud.

La canción que te sugiero para acompañar este artículo no puede ser otra que el segundo adelanto de Resilencia, su esperado nuevo disco que acaba de ver la luz: “Otra Ronda Por Favor”.

Si esperas encontrar aquí una reseña del disco, te ahorro tiempo: no sigas leyendo. Me resulta imposible, por muchas veces que lo escuche en unos días, hacer una crítica completa. Porque los discos se desgranan y se disfrutan con el tiempo. Como los buenos vinos. Como los buenos amigos.

Y es que mis “hermanos de sangre” han crecido una barbaridad desde aquel concierto nevado en Collado Villalba. La última vez que los vi en directo, junto a Lépoka, me recordaron por qué ellos y su gente me robaron el corazón desde el primer mensaje directo en X —antes Twitter—.

Ignis Ánima lleva más de una década forjando su identidad musical. Se han convertido, por méritos propios, en una gran banda a la que nadie ha regalado nada. Al contrario: han tenido que ser muy resilientes para llegar hasta aquí. Sé del esfuerzo que les ha supuesto este trabajo. Por eso, muchísimas gracias por ser tan generosos y regalarnos momentos como estos.

El Kintsugi de Ignis

No es un título escogido al azar. Inspirándose en el Kintsugi, la técnica japonesa de reparar cerámica rota resaltando las grietas con oro, Ignis ha abrazado ese espíritu. Su Kintsugi es lo vivido, lo aprendido, lo reparado. Lo que los hace ser “oro”.

Para mí, sin duda, este es su mejor trabajo: por melodía, por fuerza, por composición, por sonido y por actitud.

Desde la instrumental Kintsugi, que enlaza con Cuervos —tercer adelanto del disco—, el álbum arranca con fuerza. Y así comienza un trabajo que refleja la esencia más pura de Ignis Ánima. Un álbum más “heavy”, que encantará a quienes disfrutan de melodías intensas, sin perder las armonías características de los madrileños ni su espíritu festivo.

Otra ronda por favor

Hacia la mitad del disco aparece Otra ronda por favor, un tema que nos devuelve al sonido más folk de la banda. A los temas bailables, cantables, gritables (sí, me permitis que me invente el termino), en los que se nos escapará alguna lágrima. Uno de esos himnos donde todos corearemos a pleno pulmón.

“Porque la vida se pasa sin pestañear y si cierras los ojos, que sea para besar…
Que si miras atrás, sea para sonreír.”

Como lema de vida, no está nada mal. Así que nada de mirar atrás, chicos: tenéis mucho por lo que mirar hacia delante.

Metal, cuerdas vivas y cicatrices

Cada tema del disco nos convoca a una ceremonia de pogos, saltos, gritos y hermandad. La importancia de la familia elegida está presente en todo momento.

Me ha encantado el papel que la producción ha dado al violín de Merche. En lugar del típico sonido folk, aquí los violines desgarran el metal. Prestad atención en todo el disco, pero sobre todo en el tema que da nombre al álbum: Resilencia. Su fraseo es de lo más impactante que he escuchado en mucho tiempo. El duelo con las guitarras es sencillamente brutal.

Las guitarras de Eneko y Rick tallan versos, apoyadas en una base rítmica precisa y poderosa de Álex e Iván. Y la voz de Izzy, que ha crecido muchísimo, lanza cada frase como una llamada a la acción.

¡Qué orgullo siento de vosotros, joder!

El oro que no se oxida

Deseo de corazón que escuchéis Resilencia, que lo abracéis con el cariño que merece. Este trabajo es un viaje emocional sin artificios: metal, cuerdas vivas y cicatrices que brillan como oro. Como el Kintsugi. Como Ignis Ánima.

Si pasan cerca de tu ciudad, no te los pierdas. Su show vale cada euro que pagas por la entrada.

Desde aquí, desde esta nueva etapa del blog, celebro con ellos el retorno de la llama. Porque hay fuegos que nunca se apagan. Y con vosotros, siempre habrá otra ronda.


   Foto: Nat Enemede

                                                                 

💬 P.D. Gracias por todo lo que habéis hecho por mí, en lo personal y en lo musical. Gracias por los ratos, las charlas, los momentos de radio. Por el cariño en los días grises, por los abrazos en los conciertos, por acompañarme a La Mala, a Méntrida y a tantos sitios más. Gracias por hacerme sentir parte de vuestra familia. Vosotros siempre estaréis en la mía.

Gracias por todo.

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