EL RITUAL RENACE: REAPERTURA DE EL MONO VK
El ritual renace: reapertura de El Mono VK
En este comienzo de nuevo del blog, me gustaría “copiar” una propuesta maravillosa que implementó hace tiempo mi queridísima Vane Balón en su blog SOPA FRITA EN MI CABEZA. Y es que en cada entrada se propone una canción para acompañarte en la lectura.
Para este primer artículo tendría un millón de propuestas, pero me he decantado por “Sirena de Bulevar” de Caskärrabias, una banda vallekana nacida en 1995. Este tema pertenece a su álbum de 2005 llamado Bastante y, para mí, refleja el sonido del barrio, de la noche, de esos locales intensos, reales, con actitud, que dan alma colectiva.
Y es que hay veces que los focos se apagan, pero no significa un adiós, solo un “hasta pronto”. Ese momento ha llegado, porque las bombillas volverán a iluminar la madera bruñida en el renacer de una leyenda.
El Mono VK, antiguo santuario de motos, rock y cerveza artesanal en el centro de Madrid, se traslada al corazón de Vallekas y, como no podía ser de otra forma, allí se prepara para una nueva ceremonia.
Tras meses de reformas y expectación, el viernes 4 de julio marcará el comienzo de su siguiente etapa en la calle Arroyo del Olivar 52, a dos pasos del metro Portazgo.
Espíritu motero y pasión rockera
Bajo el nombre de El Mono Bikers & Beer, este bar fue durante años un rincón para gente con cicatrices, cuero y convicciones. Un sitio donde la cerveza no se sirve para posar, sino para brindar tras la última ruta o simplemente para callar mientras suena Motörhead.
Ahora, como El Mono VK, regresa con otra piel, pero el mismo latido: cerveza artesana, confidencias ásperas, rock honesto y asfalto en la memoria.
La noche del regreso
La nueva sede, en Arroyo del Olivar 52, ya huele a ritual. En la puerta, las motos marcarán el ritmo. Dentro, la penumbra será aliada. Murales, barra de madera envejecida, luces rojas tenues y la sensación de estar en un sitio que no necesita explicar nada.
La carta mantiene lo esencial: buena birra, sin florituras, para gente que sabe beber sin pedir el wifi.
La noche del 4 no busca grandilocuencia. Habrá micro abierto, reencuentros y, quién sabe, si algún solo de guitarra espontáneo. Pero sobre todo, habrá algo más difícil de fabricar: autenticidad.
El Mono no se inaugura, REAPARECE.
Rituales que regresan
Con esta entrada se inaugura “A la luz de la noche”, una sección donde lo que importa no es el qué, sino el cómo se cuenta. Donde la música, los espacios, la gente y las atmósferas tendrán voz.
Sin algoritmo. Sin etiquetas. Solo con verdad.
El Mono VK vuelve. Y con él, una parte de la ciudad que se niega a apagarse.
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