DESDE LA MIRILLA, por ELROS ALCARÍN

Hace tiempo que me apetecía escribir, pero no me da la vida para más. Hace semanas que llevo con ganas de sentarme delante del teclado del ordenador a contaros algunas de las cosas que se me pasan por la cabeza. No sé si como reflexión o quizá como catarsis personal porque ya sé que las opiniones no interesan demasiado.

Si me siento delante del ordenador y me pongo a repasar los últimos días no puedo dejar aún de escuchar los ecos de unas elecciones generales que (o así lo he sentido yo) se han vivido con gran crispación. No soy analista político, tengo mis ideas como todos o casi todos. No le presto demasiada atención tampoco, tengo que reconocerlo, pero como reflexión desde este lado de la puerta y mirando por la mirilla esta semana, me viene a la cabeza que no he oido en la tele, en la radio o no he leido en los periódicos a ningún líder político hablar de sus planes para la cultura.

Seguro que alguno de vosotros, mucho más leidos e informados me podrá rebatir, pero creo y es una opinión personal, que si ellos mismos en una época en la que nos cuentan sus planes para los próximos cuatro años no hablan más de la cultura … mal vamos. ¿Cómo puede la gente dar importancia a la música, al teatro o al cine?. Ya os digo, será sólo una impresión mía, solamente falta de información

Con los ecos de las elecciones aún resonando en mi cabeza y en las redes sociales y tras sobreponerme a la oscuridad de Juego de Tronos, y sus “haters and lovers”,  llega Metallica a realizar su gira nacional. Setenta mil almas han congregado en Madrid. Setenta mil personas entre las que yo no me encontraba, ya me he pronunciado en mi muro de facebook, con mucha envidia, pero con la entrada más barata a cien euros, como que no. Aquí mi cabeza piensa “¿realmente el metal no está de moda?”. Estoy de acuerdo en que cada semana hay muchos conciertos, me consta, porque hago un programa basado en los conciertos del fin de semana a nivel estatal, que no solo ocurre en Madrid. Entiendo que los setenta mil no eran madrileños, aunque también quiero recordar que ha habido dos días de fiesta en Madrid y que mucha gente se ha marchado de puente y también que de los setenta mil muchos son "heavys de Zara" .

También he leido las opiniones de la gente que ha ido y siento pena. Pena de quien ven por primera vez a una banda "mítica". Pena de que la organización no ponga remedio a males que se encontraron en otros eventos que han celebrado en el mismo recinto, pero sobre todo pena por el rock. Por nuestro querido rock, por como dice mi admirado Oscar Sancho, por el puto rock and roll.

Así que permitirme que me vuelva a hacer la pregunta. ¿Realmente el metal no está de moda? ¿Qué estamos haciendo mal para que esa gente a la que le guste el metal no vaya a las salas a ver grupazos de todos los estilos que giran por nuestro país? ¿Qué motivación necesita ese público para ir de conciertos a las salas? ¿Hay que poner entradas a cien euros? ¿Poner algún impedimento para que se tarden horas en entrar y salir? He leido a menudo quejas de los precios de las consumiciones en las salas, pero doce euros el litro de cerveza, no me parece excesivamente barato. No tengo respuesta a estas preguntas, como a muchas otras, pero sí creo que deberíamos hacernoslo mirar.

Y para colmo, leo en las redes sociales que la Vanguardia, sí un periódico a nivel nacional e internacional, un prestigioso medio “mainstream”, habla del concierto de los de San Francisco en Barcelona, anunciando su formación con Ulrich, Hetfeild, MUSTAINE y McGOVNEY

Otro día miraré a través de la mirilla pensando en los precios de estos macro conciertos.

Y así ha sido mi semana, en una continua guerra contra la mala educación en las redes sociales. Contra los que te “spamean” continuamente sin ni siquiera saludar, los que te etiquetan en sus publicaciones pero no has hablado en la vida con ellos, contra los que piensan que su banda será la próxima Metallica enviando enlaces de sus “éxitos comprados” en youtube, pero tú eres el “desagradable” cuando te molesta que se rian de tí y te cansas de decir por quinta vez de buenos modos que no te interesa su “producto” o simplemente que no eres un avatar, que también te gusta que te saluden.

Sinceramente. Creo que todos, en todos los aspectos, políticos, musicales e incluso vitales, deberíamos dejarnos de mirar el ombligo. Ver a los demás, empatizar. Menuda época esta que nos ha tocado vivir.

Deberíamos aprovechar una de esas caídas masivas de las redes sociales y salir a la calle a beber cervezas y conocernos un poco más.

Seguiremos con la catarsis. De momento os dejo con un descubrimiento de esta semana, otro de esos grupos que no "interesa a nadie". De esos que no "tienen talento" porque sus entradas no son a cien euros el concierto . Ya me lo contaréis dentro de unos años, si vosotros, los "gurús del mainstream" los dejáis llegar donde merecen.

E.

The Mothercrow - Revolution - Magara